
CELEBRACIÓN LABRIEGA DE LA LUNA
Otro día se ha ido.
Otro día de gestos resignados
con ruegos de agua
y ensueños de labranza.
La oscuridad
al fin
despliega sobre el cielo
su túnica de plata.
¡Oye, mujer!
¡Levántate y asoma
tu rostro a la ventana!
¡Mira esa luna!
¿Acaso no es hermosa?
¿Qué urgencia hay en dormir?
Sabe Dios cuántas lunas
nos quedan
por delante.
Siglos de sueño
pronto nos esperan…
¡Pero hoy estamos juntos,
despiertos
todavía!
¡Salgamos al jardín
a celebrarla!
Esta noche serena
nos invita
y en el oscuro vientre del tonel
el vino
aguarda.